
Tras estudiar Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid y obtener un Máster en Gerencia de Empresas, Luisgé Martín (1962-) fue ayudante de la Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde antes de dedicarse a la escritura a tiempo completo. Sigue trabajando en el Gabinete de Prensa del Gobierno español. Recibió los premios Ramón Gómez de la Serna, Vargas Llosa de relatos y, en 2020, se le concedió el prestigioso premio Herralde de Novela por Cien noches, lo que por fin dio a conocer su obra a un público más amplio. Martín es uno de los escritores abiertamente homosexuales de la generación de autores nacidos entre 1960 y 1970. Puede considerarse el principal representante de una tendencia que —después de la Ley orgánica 3/2007— enfoca el proceso de la “normalización” de formas de vida antes tabú. Es decir, el objetivo de su retrato literario y autobiográfico de la homosexualidad ya no es enfatizar el papel especial de grupos “marginalizados”, sino integrarla en la sociedad de la España del siglo XXI. Los homosexuales, en esta visión, no son ni especialmente sensibles ni estéticos y pueden interesarse, como demuestra uno de sus relatos, también por el fútbol.
Al inicio de su carrera, publicó en la editorial Temas de Hoy un volumen de textos auténticos de anuncios clasificados con contenido sexual. Su obra enfoca las diversas dimensiones de la sexualidad —del adulterio al SM, de formas queer a la pedofilia. A estas alturas, su bibliografía incluye once novelas, varios volúmenes de relatos, un largo ensayo filosófico (El mundo feliz: una apología de la vida falsa, 2018), una autobiografía literaria (El amor del revés, 2016), un drama (Amor duro, 2021, con epílogo reflexivo) y más de 150 artículos periodísticos, de los cuales aproximadamente la mitad tratan cuestiones de sexualidad y sociedad.
Algunas de sus novelas remiten a la tradición literaria del deseo homosexual, como La muerte de Tadzio (2000), que alude a la famosa novela de Thomas Mann y la versión fílmica de Luchino Visconti. Pero uno se equivoca si considera esta novela únicamente como una secuela de Muerte en Venecia: no se trata de los desvaríos del anciano Tadzio, sino de excesos mortales en un cuarto oscuro, de violaciones y asesinatos, que no son temas de la “clásica” novela gay española. La vida equivocada (2015) comienza como una de estas, con el narrador conociendo a un joven estupendo del que se enamora. Pero pronto la trama de la novela gay se inclina inesperadamente hacia un thriller de agentes. Y en medio de la ficción irrumpe la realidad: el autor aparece con su nombre “real” y hasta el de su marido. En este sentido, varias de sus obras narrativas contienen elementos importantes de autoficción.
La autobiografía El amor del revés (2016) ofrece un repaso a la vida que comienza en el tardofranquismo, y que luego hace vívida la apertura de España en el curso de la Transición, y, de forma paralela, el “proceso de maduración” del protagonista a través de viajes al extranjero, amplias experiencias literarias (incluyendo un encuentro con Julio Cortázar) y sobre todo a través del reconocimiento social. En este sentido, se lee aquí una nueva y diferente coming-of-age story, una historia de maduración que remite al modelo literario del Gregorio Samsa de Kafka, pero invierte su transformación: si el narrador infantil en primera persona se describe con la metáfora de la cucaracha, el adulto se ha despojado del caparazón de la cucaracha. Mientras que de joven intentó en vano cambiar su vida leyendo la Teología moral para seglares, como hombre adulto en el contexto de la sociedad posfranquista se desprende de los grilletes que le impone el nacionalcatolicismo. En este proceso, consigue ganar una mayor confianza en sí mismo y luego el reconocimiento social. Así, la escritura en tiempos de la supuesta posdiscriminación culmina con una afirmación significante: “Resulta paradójico, ahora, que el único de mis libros que cuenta mi vida real tenga un final feliz” (Martín, 2016: 272).
Su última novela hasta la fecha, Cien noches (2020), está dedicada al fenómeno de la infidelidad (en el sentido de adulterio) y se centra deliberadamente en una protagonista femenina para evitar la polémica de la comunidad gay. En una contribución al suplemento literario del diario El País, expresó su opinión sobre la literatura “gay” de forma sucinta: no son importantes la identidad, la exaltación o la transgresión —elementos que juegan un papel dentro de un esquema histórico—, ni el comportamiento en la cama, sino que son factores decisivos la visión literaria del amor, la intolerancia, la soledad, la edad y la omnipresencia de la muerte (Martín, 2017).
Dieter INGENSCHAY
Fuentes primarias
MARTÍN, Luisgé (2000), La muerte de Tadzio, Barcelona: Alfaguara.
— (2015), La vida equivocada, Barcelona: Anagrama.
— (2016), El amor del revés, Barcelona: Anagrama.
— (2017), “Las caligrafías de la literatura homosexual”, Babelia, 17 de junio. Acceder
— (2018), El mundo feliz: una apología de la vida falsa, Barcelona: Anagrama.
— (2020), Cien noches, Barcelona: Anagrama.
— (2021), Amor puro: una comedia sexual, Madrid: Dos Bigotes.
Bibliografía
INGENSCHAY, Dieter (2022), “LGBTIQ+-Themen in der spanischen Literatur”, Eine andere Geschichte der spanischen Literatur, Berlín: De Gruyter, pp. 370-428.
MAUREL, Marcos (2006), “Últimos nombres canónicos (1990-2005)”, Iberoamericana, VI, 22, pp. 143-156.
POTT, Carlos (2017), “La subjetividad gay: un problema literario”, Ctxt (Contexto y acción), 15 de septiembre. Acceder
ROSA, Silvia (2017), “Tras las huellas de nuestros clásicos o cómo Luisgé Martín dialoga con ellos en Todos los crímenes se cometen por amor”, Boletín Hispánico Helvético, 30, pp. 105-129.
Materiales adicionales
Página personal de Luisgé Martin. Acceder
Cómo citar este trabajo
INGENSCHAY, Dieter (2022), “Luisgé Martín”, en Catálogo de memorias disidentes, MASDIME – Memorias de las masculinidades en España e Hispanoamérica, Universitat de Lleida, fecha de consulta.