Ferran Pujol

Conocido como uno de los primeros activistas contra el VIH/sida en España, Ferran Pujol Roca (Reus, 1959) descubrió en la adolescencia su homosexualidad, pero no le resultó nada fácil asumirla en una ciudad pequeña hacia el final de la dictadura franquista: “Ser gai als anys setanta a Reus no era gens fàcil. Em va costar acceptar-me tal com soc, sobretot perquè la resta m’anava en contra. Com podia estar bé amb mi mateix si el meu entorn més pròxim no tan sols no acceptava la meva homosexualitat sinó que la combatia?” [“Ser gay en los años setenta en Reus no era nada fácil. Me costó aceptarme tal como soy, sobre todo porque todo lo demás me iba en contra. ¿Cómo podría estar bien conmigo mismo si mi entorno más próximo no solo no aceptaba mi homosexualidad sino que la combatía?”] (Soler, 2014: 107).

Sus padres, víctimas de la mentalidad de la época, le llevaron al psiquiatra, aunque pronto abandonaron la iniciativa por estar en desacuerdo con muchas de las terapias que se imponían. A finales de aquella década, después de haber experimentado sus primeras relaciones con hombres más mayores, se trasladó a Barcelona, una ciudad por entonces muy abierta pero también, según sus propias palabras, peligrosa por lo que hace a los contactos sexuales (Soler, 2014: 109).

A su regreso de un viaje a Holanda a principios de los ochenta conoció los resultados médicos de sus análisis de sangre. Asustado y consciente de la prácticamente nula información que la población y, por ende, él mismo poseían, se inició en el mundo del activismo en una colaboración con la plataforma ACTUA, creada por el Dr. Jaume Riba, también seropositivo: “Un cop em van dir que era seropositiu em vaig adreçar a ACTUA i vaig començar a col·laborar-hi. Poc després es va promoure la primera celebració a Barcelona del Dia Mundial de la Lluita Contra la Sida. […] a la plaça Catalunya a penes ens hi vam reunir una vintena de persones. Així van ser els meus inicis en el món de l’activisme” [“Una vez me comunicaron que era seropositivo acudí a ACTUA y empecé a colaborar con ellos. Poco después se promovió la primera celebración en Barcelona del Día Mundial de la Lucha Contra el Sida. […] en plaza Catalunya apenas nos reunimos una veintena de personas. Así fueron mis inicios en el mundo del activismo”] (Soler, 2014: 119).

El estigma que suponía infectarse del virus provocaba que la enfermedad fuera recibida en muchas familias y círculos de amistades con vergüenza o interpretada como castigo divino, llegando incluso a la ocultación de la causa de la muerte de los afectados. En 1993, paralelamente al registro del pico más alto de mortalidad por VIH en España, Ferran Pujol, junto a su pareja, Michael Meulbroek, también seropositivo, creó el proyecto NOMS (NOMBRES) para dar visibilidad a las víctimas: “El què preteníem era transformar la fredor de les estadístiques dels milers, més tard desenes de milers i finalment milions de morts, en noms i cognoms reals, perquè enteníem que darrere de cada pèrdua humana hi havia no només una xifra sinó una vida que calia honorar” [“Aquello que pretendíamos era transformar la frialdad de las estadísticas de los miles, más tarde decenas de miles y finalmente millones de muertos, en nombres y apellidos reales, porque entendíamos que detrás de cada pérdida humana había no solo una cifra sino también una vida que era necesario honrar”] (Pujol Roca, 2013: 2:28-2:40). Una de las primeras labores consistió en la confección y posterior exposición del Tapiz Memorial del Sida, compuesto por retales aportados por allegados de los fallecidos (Soler, 2014: 118).

La trágica muerte del Dr. Riba en 1999 a causa de la hepatitis C tras haberle sido negado un trasplante de hígado por padecer VIH, unido al recuerdo del devastador momento en que recibieron sus diagnósticos, propiciaron que Ferran y Michael, a través de la asociación ATOS fundada por Riba, emprendieran una lucha contra las instituciones médicas hasta conseguir que por primera vez una persona con VIH fuese admitida en una lista de espera para recibir un hígado. Ese mismo año, emulando nuevamente al modelo estadounidense, en esta ocasión al “Inform” de California, implementó en España el programa INFOTRAT.

Si bien Pujol convive desde los años ochenta con la enfermedad, tanto con la propia como con la ajena, el hecho de padecerla y de haber perdido a tantos amigos por el camino han hecho del duelo una constante en su vida: “La sida no m’ha tret la vida però m’ha robat tots i cadascun dels amics de veritat, dels de tota la vida. Quan tanco els ulls tinc la sensació d’estar envoltat de morts” [“El sida no me ha arrebatado la vida, pero me ha robado todos y cada uno de los amigos de verdad, de los de toda la vida. Cuando cierro los ojos tengo la sensación de estar rodeado de muertos”] (Soler, 2014: 116). Es este mismo sentimiento de pérdida el que le condujo en 2006 a fundar el “BCN Checkpoint”, un centro comunitario de detección precoz del VIH y otras infecciones de transmisión sexual dirigido a hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, actualmente una referencia, como muchos de sus proyectos, en toda Europa (véase Coll Planas y De Benito).

Laura MARTÍNEZ CATALÀ

Fuentes primarias

PUJOL ROCA, Ferran (2013), “La detección precoz del VIH-Sida es la herramienta de prevención más eficaz contra su transmisión”. Entrevista en la Plataforma IdemTV, 26 de febrero. Acceder

SOLER, Francesc (2014), “Ferran Pujol”, Homonots. Converses amb deu gais que han obert camí, Barcelona: Angle, pp. 107-121.

Bibliografía

COLL PLANAS, Gerard (2011), “Conversa amb Ferran Pujol sobre VIH, salut pública i homofòbia”, Nous Horitzons, 203, pp. 60-68.

DE BENITO, Emilio (2006), “Ferran Pujol: Podríamos haber muerto cien veces ya”, El País, 31 de mayo.

Cómo citar este trabajo

MARTÍNEZ CATALÀ, Laura (2023), “Ferran Pujol”, en Catálogo de memorias disidentes, MASDIME – Memorias de las masculinidades en España e Hispanoamérica, Universitat de Lleida, fecha de consulta.

http://www.masdime.udl.cat/profile/pujol/