Ronald Campos López

Editorial Costa Rica publicó, en 2023, el poemario de Ronald Campos López (San José, 1974) titulado Cantos a Dylan (versos homoparentales), un libro que constituye un acontecimiento en la poesía costarricense contemporánea al abordar la experiencia homoparental desde la lírica. Campos López, poeta y académico de la Universidad de Costa Rica, doctor por la Universidad de Valladolid, ha sido señalado como una de las primeras voces en poetizar abiertamente el homoerotismo en el país, con títulos como Navaja de luciérnagas (2010), La invicta soledad (2014), Mortaja para mil ruiseñores (Crónicas poéticas) (2019) o Depravación de la luz (2020).

Su obra ha estado marcada por la exploración de la sexualidad, el deseo y la identidad desde perspectivas críticas y estéticas diversas; sin embargo, en este libro, el centro temático se desplaza hacia la constitución de una familia homoparental a partir de la adopción de un adolescente, Dylan, cuya llegada transforma la vida del autor y de su esposo, Franklin:

 

A las ocho horas,

cuarenta y cuatro minutos

del veintiuno de junio de dos mil veintiuno,

vista la solicitud siderófora

de que la tierra acoge un hogar siempre,

de que el agua arcana

ha establecido a Franklin y a Ronald, dos hombres

como dos cosas recién oriundas, pluritímpanas;

A estos dos hombres como un par de ronroneos

que se encontraron para no morir en la arena.

A ellos, habiéndose su recurso

valorado para cuidar el mineral del soñador

e infiriendo que hay circunstancias justificativas,

a sus nombres se les encomienda la protección

de la persona menor de edad Dylan (Campos López, 2023, pp. 53-54)

 

Se trata de una obra marcada por una fuerte impronta autobiográfica, en la que Campos López reelabora poéticamente una parte de su vida reciente. La experiencia íntima se convierte en materia estética y, al mismo tiempo, en un ejercicio de reflexión sobre los cambios que han redefinido su vida familiar. Con lo anterior, el carácter autobiográfico de Cantos a Dylan no debe entenderse como la simple transcripción de una vivencia personal, sino como un proceso de resubjetivación en el sentido trabajado por Didier Eribon en Reflexiones sobre la cuestión gay (2001). La voz lírica no solo testimonia la llegada de un hijo adoptivo, sino que reinscribe dicha experiencia dentro de un orden social que históricamente negó legitimidad a los vínculos homosexuales. Así, la escritura se convierte en una práctica de transformación estética y política, mediante la cual se disputa la violencia simbólica del régimen heteronormativo:

 

Y lo sé, Dylan. ¡Lo sé porque nosotros somos

tus padres y tú nuestro hijo,

carne de nuestra carne,

sangre de nuestra sangre!

¡Y quien lo ignore o dude,

quien se atreva a insultarnos, fuera, fuera, fuera!

¡Nunca, nunca ultrajará, nunca

dejaremos que mancille, que afrente –sépanlo–

la homoparental vocación del fuego! (Campos López, 2023, p. 62)

 

El libro se organiza en tres secciones —“Gestación”, “Llegada” y “Vida”— que, de manera alegórica, recrean las etapas de un embarazo, la incorporación del hijo al hogar y el desarrollo de la vida cotidiana que se inaugura con su presencia. El primer bloque, compuesto por nueve poemas, cifra los nueve meses de gestación, aunque en este caso se trata de una gestación simbólica: Dylan aún no está físicamente en la casa, pero sí en el deseo de sus futuros padres y en los trámites que realizan. En “Llegada”, se representa el ingreso del joven al hogar y su reconocimiento jurídico como hijo; mientras que en “Vida”, se despliega la convivencia cotidiana, con sus alegrías, aprendizajes y preocupaciones. A lo largo de estas tres partes, la poesía articula lo íntimo y lo social, lo doméstico y lo institucional, en un itinerario que, según se ha afirmado, no se reduce a la experiencia personal, sino que interroga la noción de familia dentro del marco cultural costarricense.

La composición de la familia en Cantos a Dylan responde a una suerte de collage, en sintonía con la obra visual de Zulay Soto que ilustra la portada del libro, Avistamiento en altamar (2007). El collage, por definición, está hecho de fragmentos heterogéneos que se reúnen en una nueva configuración, y esa misma lógica atraviesa el poemario tanto en su estructura formal como en su propuesta afectiva. El poemario incorpora, además, múltiples voces, en lo que puede llamarse una polifonía exuberante: hablan los padres, el hijo, la casa, una resolución legal, un periódico y hasta un río. En el poema 10, por ejemplo, la voz lírica es la de la casa que se abre para recibir a Dylan: “¡Por ti, Dylan, soy capaz de dar hoy / a luz en mí misma otra casa!” (p. 31). Junto a esta polifonía se encuentra una intertextualidad que recurre a la tradición poética, desde Góngora hasta Eunice Odio, pasando también por Vicente Aleixandre y Miguel Hernández. De este último se reescriben las Nanas de la cebolla en clave homoparental: “¡Frontera de los besos / serás mañana…! / Sueña, Dylan, / ¡Vuela, niño, / que a la doble luna de nuestros pechos / en breve llegarás!” (p. 7).

Frente a la idea de la “familia natural”, Cantos a Dylan presenta la constitución de una “bella relación” múltiple, conformada por sujetos distintos, pero unidos por la elección y la solidaridad. Según Foucault, retomado por Eribon (2001), una “bella relación” es aquella que se aparta de las formas de vida y de pensamiento heredadas por la tradición o impuestas por las estructuras sociales. Implica la posibilidad de imaginar y practicar otros modos de estar juntos, inventando una cultura distinta a la que prescribe la normatividad dominante. Con lo anterior, el texto reivindica la amplitud comunitaria del vínculo afectivo: los padres, madres sustitutas, tías, abuelas, amigas y amigos protegen al hijo adoptivo, expandiendo la noción de familia hacia una comunidad extensa. El poema 21 convoca especialmente a las figuras femeninas de la familia como matronas protectoras: “Porque si bien él nunca tuvo madre, / ahora a ustedes tiene para siempre” (Campos López, 2023, p. 59). Esta política del cuidado remite a lo que Rita Segato denomina una “contra-pedagogía de la crueldad”; es decir, a un proyecto ético que busca resistir la cosificación de la vida y promover un mundo comunitario:

 

Para acurrucarte,

haré una silla

tamaño de un color.

Que seas adolescente

no significa que no pueda acunarte esmeralda

en mi regazo.

¡Si con tus 16 mares eres tú mi niño!

El que rosa abrazará mis rodillas arborescentes.

¡El que dorado llegará como una lenta rama

porque a la vida teje con hamacas!

El que bermejo traerá

raíces e iniciará, amado, nuevas trinidades. (Campos López, 2023, p. 21)

 

Desde el punto de vista estético, el poemario se inscribe en la tradición del Grupo del 27, herencia subrayada en el prólogo de María Amoretti. La obra recurre a formas estróficas clásicas como el soneto, la silva o el romance, y a un lenguaje cargado de plasticidad y de imágenes creacionistas que producen una suprarrealidad destinada a instruir al hijo en su nuevo universo afectivo. No obstante, esta recuperación de la tradición no implica un formalismo vacío. Por el contrario, el lenguaje del poemario se busca fresco y “recién nacido”, en sintonía con el propio Dylan, cuya llegada inspira una palabra renovada.

Cantos a Dylan (versos homoparentales) se erige, así, en un hito dentro la poesía costarricense contemporánea, al visibilizar la homoparentalidad en clave poética, al reinventar la noción de familia desde la elección y el cuidado, y al integrar lo íntimo y lo político en una experiencia vital singular. Campos López confirma, en este libro, una madurez poética que combina tradición e innovación, lirismo y compromiso. Más que un simple canto al hijo, el poemario es también un canto a la posibilidad de reimaginar lo social y lo afectivo.

José Pablo ROJAS GONZÁLEZ

 

Fuentes primarias

CAMPOS LÓPEZ, Ronald (2023), Cantos a Dylan (versos homoparentales), San José, Costa Rica: Editorial Costa Rica.

— (2020), Depravación de la luz, San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica.

— (2019), Mortaja para mil ruiseñores (Crónicas poéticas), San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica.

— (2014), La invicta soledad, San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica.

— (2010), Navaja de luciérnagas, San José, Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia (EUNED).

 

Bibliografía

ERIBON, Didier (2001 [1999]), Reflexiones sobre la cuestión gay, trad. Jaime Zulaika, Barcelona: Anagrama.

ROJAS GONZÁLEZ, José Pablo (2024), “Ronald Campos López. (2023). Cantos a Dylan (versos homoparentales). Editorial Costa Rica”, Revista Estudios, 49, pp. 286-296. Acceder

SEGATO, Rita (2018), Contra-pedagogías de la crueldad, Buenos Aires: Prometeo.

SOTO, Zaida (2007), “Avistamiento en alta mar”, Repositorio Centroamericano de Patrimonio Cultural [Collage]. Acceder

 

Cómo citar este trabajo

ROJAS GONZÁLEZ, José Pablo (2025), “Ronald Campos López”, en Catálogo de memorias disidentes, MASDIME – Memorias de las masculinidades en España e Hispanoamérica, Universitat de Lleida, fecha de consulta.

http://www.masdime.udl.cat/profile/ronaldcampos/